La radiografía del tracto gastrointestinal superior o GI superior utiliza una forma de radiografía en tiempo real llamada fluoroscopia y un material de contraste a base de bario para producir imágenes del esófago, el estómago y el intestino delgado. Es segura, no invasiva, y se puede utilizar para ayudar a diagnosticar en forma precisa el dolor, el reflujo gástrico de ácido, la sangre en las heces y otros síntomas.